miércoles, 15 de abril de 2015
El mensaje de la parábola del Hijo Pródigo
La parábola del Hijo Pródigo es una de las que más conciencia crea debido a que nos sentimos identificados con su mensaje, cuando el hijo menor se va de la casa nosotros nos identificamos porque el se desvió del buen camino y al arrepentirse Dios (el padre) lo resivió con mucho amor. Esto no significa que podemos pecar y pecar y al final del día arrepentirnos y hacer lo mismo al día siguiente, sino que significa que cuando nos arrepentimos de corazón sabemos que Dios siempre nos va a perdonar y nunca nos abandonará.
Parábola del "Hijo Pródigo":
Lucas 15: 11-32
También dijo: un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba, volviendo en sí dijo: !Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e ire a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a un de tus jornaleros.
Y levantándose fue con su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, corrió, y se echó sobre su cuellos y lo besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido y vestirle; poned un anillo en su mano en su mano y calzado en sus pies; traer el becerro gordo y matarlo, comamos y hagamos fiesta porque este mi hijo estaba muerto y a revivido, se había perdido y a sido hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Su hijo mayor estaba en el campo y cuando regresó, llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas, llamando a uno de los criados preguntó que era aquello; él le dijo: tu hermano ha venido y tu padre ha hecho matar el becerro gordo por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó y se negó a entrar, salió su padre y le rogó entrar, más el dijo al padre: He aquí tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos; pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
Él entonces le dijo: Hijo, tu siempre estás conmigo y todas mis cosas son tuyas, mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado.
Palabra del Señor.
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